Ahí va un nuevo post de viajes :)
Pero esta vez tiene una breve introducción…
En los comentarios del último post de viajes se habló de dulces, pasteles y bombones… y eso me dio una idea para mi siguiente entrada. Bueno, en realidad dudaba entre dos tipos de bombones n_n (lo que significaba dos entradas/destinos diferentes), pero la solución llegó por si sola. Pocos días después recibiría un mensaje de un viejo amigo en el que se nombraba a mi alter ego más misterioso (para un lector no friki léase: mi alter ego más frikazo), y fue entonces cuando me decidí.
Merendando en Venecia:
Un destino que siempre recomiendo. Principalmente por tres motivos:
Uno: Está muu cerca. De veras, a mí me da la impresión que a la vuelta de la esquina.
Doz: El romanticismo de la ciudad. Es brutal pasear por sus calles… y claro, las góndolas.
Máz de doz: El café Florian.
Venecia se hunde, dicen. En Venecia cada vez quedan menos habitantes, dicen. Y supongo que todo es cierto. Pero hoy todavía está ahí. Preciosa y llena de arte, máscaras y callejuelas :)
Y es en una de esas callejuelas donde me topé con Inocencia.
Entré en una pequeña tienda regentada por una joven artesana. Había cientos de máscaras bellamente trabajadas, pero de entre todas ellas destacaban las que todavía lucían blancas. Así que cuando me decidí a comprar una de esas máscaras níveas le estaba regalando mi vida a Inocencia.
Si os preguntáis quién es, sólo avanzaré que es una idea, un estilo de juego, un terror inocente que dirige algunas partidas de rol.
Pero regresemos a Venecia.
Podría hablaros de la plaza de san Marcos, de Ca’ d’Oro, del palazzo Ducale, del puente de los suspiros, de la basílica de san Marcos y su emblemático Campanile, del puente de Rialto o de alguno de los restaurantes que bordean el Gran Canal. Pero sería largo y hoy me apetece hablar de dulces, pasteles y bombones.
El café Florian es un lugar especial que merece la pena visitar… muchísimo. Hay un par de aspectos que me aseguró de dejar claros cuando lo recomiendo.
El primero: Se trata de un café emblemático (desde 1720) que representa el lujo de un tiempo ya desaparecido. Un lujo que se traduce en la localización, la decoración –con siglos de historia-, el trato, la orquesta si decides sentarte en la terraza y por encima de todo la tranquilidad de sus salones interiores.
Y el segundo: Olvidarse por una tarde de los precios y disfrutar como si el dinero no tuviese valor (¿o acaso lo tiene?) ;) -además, cuenta con su propia tienda... regalitos n_n-.
Cae la noche
Y si os queda un poco de tiempo, un viaje en góndola siempre distrae. O simplemente disfrutad de una ciudad que representa el espíritu de Casanova.
P.S. (2): Ya casi he terminado el siguiente trocito del relato… será lo próximo (estoy ilusionado n_n ).
Qué bonita es Venecia, con sus canales, con sus puentes, con su arte, con sus postres de chocolate pa ponerse en plan vaquita... Quiero ir!!
ResponderEliminarBesotes!
Hola
ResponderEliminarPues a buscar tiempo, es perfecto para una escapada de fin de semana :)
Además, siempre hay ofertas por Internet para el vuelo (es fácil encontrarlo por 100-150 euros ida y vuelta). El hotel, pues depende, yo soy de los que prefiere gastar un poco más –si puedo en ese momento XDDD- pq aunque es verdad que luego casi ni lo pisas, es agradable sentirte a gusto y no tener problemillas absurdos. Hay ciudades donde encontrar buen alojamiento y barato es muchísimo más sencillo, pero todo es buscar n_n
Y de los postres de chocolate… a mí me da que si vuelvo con el mismo peso de un viaje, algo raro ha pasado XDDD
Además, te he visto en las fotos de tu blog y muchos findes en Venecia comiendo pastelitos de chocolate a cascoporro harían falta para que tuvieses que pensar en “ponerse en plan vaquita” XDDD Y si no, pues el truco de Lewis tío Phil de ponerse detrás para disminuir tripa XDDD
Hasta pronto.
Quien pudiera disfrutar de Venecia...tengo unas ganas bestiales de poder escaparme allí de una santa vez, entre Venecia y Damasco me matarán de nostalgia. ¡Un abrazo River!
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarNunca he estado en Damasco, me gustaría. Pero tengo ya unos pocos destinos en espera que no perdonan n_n Lo pongo en la lista.
Venecia, pues eso... siempre la recomiendo, incluso repetir :)
¡Un abrazo!
Hasta pronto.
Perdona por hacerte nigromancia... Pero tengo la misma máscara Veneciana que tú... Blanca y de pico...
ResponderEliminarEs la que más me gusta!!